Por 0’25 céntimos de euro digan ustedes grandezas de la llegada de Septiembre.
Un, dos, tres responda otra vez: el regreso del vaquero y ya está. Me dáis un vaquero y una prenda que pueda tirarme por encima de noche y ya me hacéis una mujer feliz (luego ya si queréis regalarme más cosas pues también me parecerá bien, claro).
El Denim ha estado con nosotros durante todas las estaciones del año sin ningún tipo de problema. Es un tejido que nunca nos abandona desde que allá por 1851 Levy Strauss emigrara a Nueva York para trabajar en la tienda de sus hermanos. Menuda patente, querido. Allá donde estés debes seguir dando palmas por tu pedazo de idea.
Lo cierto es que aunque ha seguido este verano en boga gracias a tejidos con menor grosor, la menda lerenda no ha sido capaz de incorporarlo a su vida más allá de la socorrida falda vaquera. A mí es que el calor me puede y ahora que llega temporada de noches más agradables, he echado mano a los vaqueros de mi armario y los he sacado con un cariño y cuidado que ni Indiana Jones recibiendo el Santo Grial.
Como las opciones son múltiples, os traigo hoy un refrito de looks que me han encantado y que van desde los vestidos vaqueros a los shorts, pasan de los petos o jumpsuits a los jeans en sus múltiples cortes (mum, boocut, boyfriend) y las cazadoras vaqueras con parches.
Por opciones señoritas no será. Ahora sólo queda que elijan el suyo y me lo cuenten.